lunes, 27 de junio de 2011

Dulce introducción al caos

Vivo en una casa de los pequeños barrios de Sidney compartida por mis compañeros de piso. En primer lugar se encuentra Annie, una chica con un tremendo corazón, delicada, tierna y todo lo que se puede esperar de una mujer perfecta. Tiene 20 años. Es rubia de ojos azules, pero no por ello tonta ni mucho menos, es una de las personas más inteligentes que he llegado a conocer en mi tiempo aquí en Sidney. Estudia  derecho. Adora escuchar música y aunque no siempre de la impresión, Annie adora la fiesta.
En segundo lugar encontramos a Jake terriblemente gay. Adora la moda, cantar y a Madonna. Tiene 21 años. Estudia diseño gráfico y es de las personas más divertidas que conozco. Es castaño de ojos grises y tiene un vicio que odio, fuma demasiado. Aunque sea a veces un poco extrafalario (viste de vez en cuando de una manera espeluznante) le quiero mucho. Tanto a el, como a Annie, sin duda alguna son mis mejores amigos.

Y en tercer y último lugar me encuentro yo. El alma de la casa, el alma de la noche ¡Clarie! Intentaré presentarme lo más acertadamente posible. Soy alta, pelirroja y de ojos azules, tengo 19 años y cumplo los 20 el 17 de Diciembre así que eso me convierte en la más pequeña de la casa. Solía vivir en casa de mis padres en una pequeña ciudad cerca de Eastbourne, Inglaterra, pero una carta dirigida a mi nombre hizo que mi vida diera un giro de 180º La beca para la escuela nacional de danza aquí en Sidney, Australia. El ballet para mi antes, un sueño inalcanzable. Mi familia no tiene demasiado dinero, lo justo como para vivir bien, estar aquí por mucho que tenga una beca, lo qual significa esfuerzo doble, sigue siendo caro y pronto deberé buscar trabajo y ayudar en los gastos que esto supone. Apunto de cumplir los 20 me vine aquí para hacer de mi sueño inalcanzable, una realidad.




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